viernes, 15 de abril de 2011

ANNE MICHAELS

LA LLUVIA CREA SU PROPIA NOCHE

La lluvia crea su propia noche, largas mañanas de lámparas aún encendidas.
La ligera hierba de la playa se pega al suelo junto a tus zapatos,
el polen del verano pasado se alza desde húmedas pantallas metálicas.

Esto es orden, esta confusión que cubre los claros entre nosotros,
ropas colgando de las sillas, el abrazo embarrado de tus zapatos.

La lluvia intensa huele como si surgiera de la tierra.
La luz humana de nuestras ventanas, la quietud naranja
de habitaciones vistas desde el exterior. El sitio al que caemos a solas,
cayendo del sueño. Rodeados por la verde certeza del bosque,
por la gasa de hierro de cielo y mar,
mientras la noche, la lluvia, se empuja a sí misma a través de los árboles.



PALABRAS PARA EL CUERPO (fragmento)

Cualquier descubrimiento de la forma es un acto de memoria,
existe en ese momento - a solas,
y existe en la historia -lineal,
en la música, en la frase.
Cada poema, cada partitura nos recuerda perfectamente,
igual que la tierra recuerda nuestros cuerpos,
igual que un hombre y una mujer en su unión
se recuerdan el uno al otro por separado.

Hace veinticinco años y cada poema de amor
me dice que tu música y mis palabras son lo mismo:
una devoción al aire común, al motivo, a la memoria.

Venerar la memoria es venerar el cuerpo.

Y me veo a mí misma describiendo
la unión de caderas y ojos,
los puertos de muslos y labios,
como la canción de dos pequeños cuerpos en un barranco oscuro,
como dos pequeños cuerpos
sujetando el cielo nocturno en tierras de invierno.



ANIVERSARIO

Esta noche nuestra habitación es un Buick,
las ventanillas subidas embozan el viento frío del lago.
Hace treinta años que atravesamos montañas oscuras
por carreteras angostas, como si nos deslizáramos bajo mantas como una linterna.
A tres días y dos noches del mar,
dejamos atrás los silos del grano inclinados contra el horizonte
como las cabezas de Easter Island;
bajo las estrellas saltando
como ibis entre los mangles.
Treinta años desde la boca y todavía
dormimos en coches. Todavía
despiertos con la luna, la frente iluminada.


ANNE MICHAELS (Canadá, 1958)

En El peso de las naranjas / Miner´s Pond (Bartleby)
Traducción de Jaime Priede. No es edición bilingüe.

Procedencia de los poemas:
La lluvia crea su propia noche, de El peso de las naranjas
Palabras para el cuerpo, de El peso de las naranjas
Aniversario, de Miner´s Pond

1 comentario:

  1. es muy buena! gracias por compartir estos poemas!"Cada poema, cada partitura nos recuerda perfectamente,igual que la tierra recuerda nuestros cuerpos,igual que un hombre y una mujer en su unión se recuerdan el uno al otro por separado.". :)

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